Sumario
Durante los últimos años, por medio de los trabajos de autores soviéticos (Yu.V.Knorosov, R.V.Kinzhalov, V.M.Masson, M.A.Korostovtzev, V.N.Nikiforov, I.K.Samarkina) y extranjeros (R.McAdams) fue claramente manifestada la afinidad de principio, formacional de las civilizaciones antiguas del Nuevo Mundo y de los estados clasistas tempranos de Mesopotamia, Egypto, etc. del Viejo Mundo. Eso lleva a dos conclusiones importantes: primero, obtenemos la oportunidad utilizar ampliamente el método comparativo para analizar las culturas antiguas de ambos hemisferios; segundo, y es especialmente valioso, — las tesis teóricas de los clásicos del marxismo — leninismo sobre la naturaleza de la sociedad y del estado del Antiguo Oriente, pueden ser completamente aplicadas al estudio de
En este trabajo se trata sólo de las ciudades más antiguas de las sociedades clasistas tempranas. Para el desarrollo teórico del problema de la ciudad temprana son de especial importancia materiales relacionados con los focos primarios de las civilizaciones urbanas: en el Mundo Antiguo — Mesopotamia (Sumer) y Egipto; en el Nuevo — Mesoamérica y Perú, donde el proceso del surgimiento y desarollo de la ciudad se realizaba de una «manera pura» y sin influencias exteriores de las culturas altas. Para comparaciones y conclusiones se toman en ese trabajo los datos sólo de dos de los mencionados focos primarios de la cultura urbana: Sumer y Mesoamérica Meridional (civilización de los mayas). Es que si para la mayoría de otros estados mesoamericanos de la época preespañola sólo disponemos de conocimiento sobre uno — dos centros urbanos, en caso de los mayas esa cantidad sube hasta 15–20 lo que da cierto material para hacer comparaciones.
Primeros estados — ciudades surgieron entre los mayas al mismo fin del I mil. a. de n.e. Su desarrollo era forzosamente interrumpido por la conquista española del siglo XVI. De esa manera la historia de la civilización y del estado de los mayas cuenta con más de 1500 años. Dentro de este límite prolongado de tiempo los investigadores seleccionan habitualmente dos períodos cronológicos: Clásico (I–IX siglos de n.e.) y Poslclásico (X–XVI siglos de n.e.). Las fuentes escritas alumbran más o menos solamente ultima etapa.
Sin embargo, el solo material arqueológico, con toda su abundancia y magnitud, es evidentemente insuficiente para juzgar de alguna manera completa sobre los institutos político — sociales de los mayas en las ciudades del I mil. de n.e. Por eso en el trabajo se utiliza ampliamente el método retrospectivo de la investigación para, partiendo de los fenómenos más estudiados y conocidos hacia menos comprensibles, poder «proyectar» la luz de las tradiciones históricas de las vísperas de la conquista sobre los «siglos oscuros» de la historia maya. Apoyándose sobre este comparablemente sólido fundamento se puede hacer una tentativa de la interpretación histórica de los materiales arqueológicos aun del período más temprano o sea Clásico. Cierta ayuda la pueden prestar los datos comparados de las ciudades tempranas de Mesopotamia.
Según la opinión de la mayoría de los investigadores, no existe única y absoluta determinación de lo que es ciudad, que sirva para todas las épocas y pueblos. En épocas diferentes en condiciones históricas diferentes, este concepto cambiaba su contenido.
A mi juicio la determinación más lograda de la ciudad para las sociedades clasistas tempranas esta hecha por I.M.Diakonov. «La ciudad durante el tiempo estudiado se presenta como el centro del distrito poblado que gravita hacia ella: ciudad es el centro del distrito desde punto de vista económico, ciudad es el centro del distrito desde punto de vista político siendo la concentración de la jerarquía de los órganos comunales de autogobernación y como la residencia de la administración estatal; ciudad es, al fin, su centro desde punto de vista ideológico…».
En realidad la ciudad antigua representaba en sí el centro económico y ideológico del distrito. Pero lo más importante y determinante consiste, en mi opinión, en lo que la ciudad temprana es, ante todo, un centro político — administrativo del distrito. La artesanía profesional y el comercio en las sociedades clasistas tempranas se desarrollan especialmente rápido en las ciudades, que funccionaban como capitales de los estados pequeños (o sea los centros político — administrativos y de culto), y están dirigidas al principio casi exclusivamente al servicio de las necesidades del grupo gobernante — la nobleza y el sacerdocio — sin tocar las bases económicas de las comunidades rurales.
Partiendo de lo arriba expuesto se puede proponer la siguiente, completamente preliminar, determinación de la ciudad para los estados clasistas tempranos de Viejo y Nuevo continentes: la ciudad durante la época estudiada — es un gran punto de población que servía como centro político — administrativo, de culto y económico para un determinado distrito que gravitaba hacia ella.
Puedo ser considerado como probado el hecho que en los focos primarios de la civilización urbana, las formas mas tempranas de la organización político — territorial eran así llamados estados — ciudades (según I.M.Diakonov, «nomo», o sea la ciudad y sus alrededores más cercanas). Así fue, por ejemplo, en el valle de Tigre y Eufrates existían hasta una quinzena de los estados — ciudades independientes. Un cuadro análogo, según las evidencias de las fuentes escritas, se observaba en los siglos X–XVI en la península Yucatán (el área septentrional de la cultura maya).
La estructura del estado — ciudad típico de los mayas yucatecos (en vísperas de la conquista española) y de la antigua Mesopotamia (Sumer) se caracteriza por una semejanza considerable: la capital (melrópoli); sus alrededores rurales que habitualmente no sobrepasaban
Si en el Oriente Próximo y en el Yucatán del siglo X–XVI el hecho de la existencia de las ciudades no provoca dudas y se trata sólo del estudio de su génesis y estructura interna, en el caso de las civilizaciones maya del I mil. de n.e. el asunto es mucho más complicado. Hasta hoy día muchos especialistas estranjeros niegan la presencia de las ciudades «verdaderas» entre los maya en aquel período, denominando todos los puntos de población grandes de Clásico sólo como «centros rituales» (G.Willey, W.Sanders etc.).
Sin embargo, so me presenta que a pesar de toda su particularidad (el carácter («desimenado» de la urbanización, falta de defensas exteriores), los centros grandes de población de los maya en el I mil. de n.e. por sus características externas, por su estructura y especialmente por sus funciones — son parecidos a las ciudades sumeras y yucalecas en vísperas de la conquista.
Dentro del territario maya, la más estudiada es la región Central (México Meridional y Gatemala del Norte), donde actualmente se conocen hasta un centenar de los «centros rituales» del I mil. de n.e., la mayoría de los cuales nunca estudiadas sistematicamente. Están más o menos estudiados y publicados cerca de una quincena de los ceñiros maya de aquel período, aunque dentro de ellos se estudiaban habitualmente sólo los templos y palacios, los textos jeroglíficos, los frescos y la escultura de piedra.
Tomando en cuenta el estado actual de las fuentes, hasta ahora se puede hablar sólo de la clasificación parcial de las poblaciones maya del Clásico. En este trabajo yo hago una tentativa de seleccionar de todo el conjunto de los «centros» de la antigua cultura maya conocidos actualmente, sólo las capitales de los probables estados-ciudades. Verdad es que, si partir de los arriba expuestos materiales de Mesopotamia y de los mayas yucatecos (siglos X–XVI), se puede admitir, que en realidad la mayoría de las ciudades tempranas en ambas áreas consistía precisamante de las capitales de los «nomos».
La separación de los centros capitalinos del I mil. de n.e. dentro del territorio maya se realiza a base de los tres géneros de índices.
Primero, el más importante, está relacionado con aquel hecho evidente que la capital de un estado-ciudad es a la vez el lugar de residencia del gobernador (rey) y de su corte. De esa manera todas las evidencias arqueológicas que comprueban la presencia, en un centro dado, de la residencia real, sirven a nuestro propósito. Estas evidencias, a mi juicio son:
a) presencia de los complejos de palacio
b) presencia de los entierros reales
c) presencia, en el arte, de los temas y de los motivos relacionados con la glorificación de la persona del gobernador y de sus acciones así como su cantidad total en diferentes tipos de los monumentos (estelas, altares, dinteles tallados, pinturas murales etc.).
Segundo género de índices — la presencia, en un «centro» dado, de una cantidad considerable de los grandes templos y santuarios de piedra, que comprueban que ante nosotros se encuentra un importante centro religioso de un cierto territorio.
Tercer género de índices — cualitativos: para que un dado punto poblacional pueda ser considerado como capital él debe tener las dimensiones bastante grandes (la superficie de la ciudad, el número de los pobladores, la cantidad total de las construcciones arquitectónicas monumentales y viviendas etc.).
Al separar las capitales hay que considerar todo el arriba mencionado complejo de índices pero no uno solo de ellos, arbitrariamente arrancado del contexto general (por ejemplo, la cantidad de las estelas esculpidas).
A base de los Índices mencionados he separado de una manera estrictamente previa, 18 ciudades-capitales de ese tipo dentro del área Central de los maya. No todos ellos están argumentados por los materiales de una manera igualmente convincente, pero eso depende completamente dal estado actual de las fuentes. Abajo se presenta la lista de las supuestas capitales de los estados-ciudades maya en el área Central del I mil. de n.e.:
1. Tikal
2. Uaxactun
3. Naranjo
4. Xultun
5. Yaxha
6. Nakum
7.
8. Naachtun
9. Kalakmul
10. Copan
11. Quirigtia
12. Seibal
13. Altar de Sacrificios
14. Yaxchilan
15. Piedras Negras
16. Tonina
17. Pnsilha
18. Palenque
De estas capitales presumibles, la más estudiada es Tikal — el gran centro de las tierras bajas selváticas de los mayas del I mil. de n.e. Según los cálculos más reservados, su superficie era de 7–8 km2 con una población hasta 10 mil personas. Toda la extención de las tierras de Tikal con los alrededores alcanzaba 125 km2 con una población aproximada de 45 mil personas lo que concuerda bien con los índices medios de las estados-ciudades medios tempranos de Mesopotamia. Está presente también la similitud del trazado de los centros urbanos de ambas regiones: «barrio sacral» («temenos»), que incluye todas la más importantes construcciones político — administrativas y del culto, esta al centro, y las áreas de residencia — alrededor de él. El distrito de Tikal incluía también 9 sitios pequeños secundarios sin contar las poblaciones menores.
Lamentablemente, sin poder leer los textos jeroglíficos del I mil. de n.e., no podemos de alguna manera precisa juzga sobre la magnitud y la estructura de las formaciones estatales de aquella época. Sin embargo el mismo hecho de la existencia de los estados-ciudades múltiples en el territorio de los maya antiguos durante el Clásico nos permite suponer que también en aquel tiempo los estados-ciudades («nomos» según I.M.Diakonov) o sea el centro grande urbano (capital) y el distrito a él subordinado, eran la forma principal de la organización político-territorial.
Con el tiempo se manifiesta la tendencia de consolidarse estas unidades políticoterritoriales primarias en unas amplias aunque no solidas formaciones estatales, cuando un «nomo» mas fuerte sometía, por medio de la conquista, de los matrimonios dinásticos, de las uniones, de las intrigas etc., unos cuantos estados-ciudades obligándolos pagarle el tributo.
Al parecer los maya no fueron más alia de esta etapa por cuanto en el siglo XVI su desarrollo independiente fue forzosamente interrumpido por la conquista española.